lunes, 28 de junio de 2010

Transcatalunya 2010














Bueno, unos días después de la salida oficial, organizada por Probike, un grupo de amigos (maratonians) decidimos repetir la ruta a nuestro aire, añadiendo unos 1000 mts. más de desnivel. http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=987185

En el track original la gente había tardado entre 8 y 17 horas (salvo abandonos, que hubo muchos), y nosotros añadíamos un par de horas más. Algunos compañeros nuestros, los Dani, habían hecho el recorrido por libre en 10,30 horas.Para haceros una idea Dani en la pedals de Foc hizo un 7º puesto en la General y un 1º en la Gósol-Berga.
Al final tardamos 12 horas 30 minutos, a un promedio de 16 kms./h ascendiendo 3750 metros. (la "oficial" pensábamos que era de 3150).

Mi "arma": Una ´clásica Ventana Pantera del 2000, con amortiguador manitou con SPV sobrehinchado y cubiertas kenda nevegal 2.1 DTC y SM8 2.1 atrás. 11,760 kgs. más casi 5 en la mochila.Mis compañeros llevaban rígidas Trek 8500 sub-10, poison rígida de 10,5, una Cube dobleultramodrena, y una Rocky Mountain Element.

Crónica, a falta de fotos:
A las 17 llegaba a la estación de Sant Andreu para tomar el tren a La Molina: ¡Ya estaban todos! Eso indica las ganas de ir de todos!

Los dias anteriores parecía que los astros se habían alineado para fastidiarme un gran dia de bici con los amigos: A los problemas de mi brazo (20% de movilidad) se habían sumado varios picotazos de mosquito tigre y una caida en la piscina del camping. Andando, sin correr, había patinado el el borde golpeándome la tibia y el puente del pié! Así que el Viernes a las 6.30 iba del camping al autocar (casi 3 kms.) con zapatillas de ducha por que no podía calzarme un zapato y me iba a trabajar bien embadurnado de antihistamínico con las piernas como un botijo.

En fin, tras los nervios y cagarrinas iniciales, y con todo el equipo revisado, el reencuentro con los amigos hacía olvidarse todos los males. El viaje en tren se hizo rápido pese a las 2h40 min, charlando con Armand, Jaume, Joan y Uri, y sobre las 20 llegábamos a La Molina. De la estación al Albergue tocaba una subida pastosa, en frío, que Beatle se encargó de liderar a velocidad absurda (como si quisiera batir un récord) mientras Uri y yo le seguíamos resoplando desconcertados y Armand pasaba de ataques inteligentemente.

El Albergue bien, cutre pero acogedor, dormimos de coña a una temperatura perfecta (aunque a Jaume le tocó una cama húmeda ) en unas literas que crujían moviéndose aunque solo respiraras. Yo me acosté llorando de risa por varias anécdotas que contamos.

El día de la salida, saltamos de la cama a las 6,30 (llevábamos rato despiertos) y tras picotear unas barritas empezampos la subida: Primero hacia La Molina, con bajada y nuevo ascenso por La Masella hasta el Coll de Pal.En los primeros kms., antes de llegar a la pista, ¡rompí la cadena! pensando en qué putada sería que me diera el día.

50 kms. iniciales preciosos en los que nos rebozamos de mierda (Beatle acabó "con la mierda hasta el cuello" en el sentido más literal de la frase), vimos vacas y paisajes preciosos, y sufrimos (yo sobre todo) para realizar un ascenso acumulado de 1600 mts. como aperitivo del día. En la subida a La Masella fuí dosificando, y por tanto haciendo esperar al grupo varias veces: El bueno de jaumetal me animaba diciendo que no eran más que 20 segundos

En esa parte inicial descubrí que las Kenda Smallblock8 ruedan bien pero no traccionan y ¡no podía levantarme!.Si no fuera por los paisajes, hubiera acabado agobiado. Las bajadas, pedregosas y exigentes con las muñecas, te hacían alegrarte de llevar una doble. Hicimos varios vadeos, desde los de mojarte el pié hasta de los de llegar el agua a cubrir el eje pedalier. Por suerte, la calor que vino después nos secó los pies en seguida. ¡Las cubiertas sólo duraban 100 metros mojadas!

En La Pobla de Lillet parábamos a desayunar un bocadillo, antes de empezar un sube-baja hacia Sant jaume de Frontanya, Viladonja, Puigcercós, y la Riera de merlés. Hasta aquí la proximidad del agua y los vadeos refrescaban la ruta, aunque ya empezábamos a notar la falta de agua. Creca del Camping volvíamos a parar a comprar agua fresca tras no encontrar la fuente del km. 60.

Luego, continuando hacia Merles, Avinyo, Prats de Lluçanes empezaba una sucesión de pistas polvorientas y calor, que llegó a los 34º. Curiosamente yo fuí mejorando a medida que pasaba la mitad de la ruta, mientras Beatle se agobiaba ante la falta de senderos. Ya llevábamos bastantes kms.

En Artes, tras ver el frankfurt a tope, paramos a comer unos bocadillos en la sede social de los harleyeros del pueblo, y como deben hacer un bocadillo a la semana, tardaron una hora en hacer los nuestros. Repusimos agua en la fuente más insalubre que he visto en mi vida, y continuamos. Ya una señora de edad se había ofrecido a traernos una garrafa de 5 lts. de su casa recomendándonos que evitáramos el agua del pueblo: Potable pero de muy mal sabor.

Continúabamos las pistas, hacia Sant Llorenç Savall, y el calor aumentaba agravado por la falta de agua.El "sot del diable" como llaman al pseudodesierto por el que ha pasado la Selènika había pasado factura. pese a compartir el agua con Armand, tanto rato dosificando la suya (había perdido un bidón hacia horas) le había acabado pasando factura.

Quizás por esperar a Armand o bajar el ritmo, paracía que estuviera empezando la ruta. Ya cerca de granera, renegando de los bucles del track de Probike, hacíamos por fin sendero, un pequeño vadeo y la primera trialera del día. Eso devolvió la ilusión perdida a Beatle, que llevaba horas rayado, y también pareció que volviera a empezar. ya sólo quedaba llegar a Castellar acabando los últimos ascensos, y desde el Puig de la Creu (no subimos arriba), llegar por el Ripoll y Besos por el recorrido de nuestras nocturnas habituales a Barcelona.

No entiendo por qué fuí de menos a más, y si al principio no seguía al grupo, luego pude hacerlo y los últimos kms. no tenía problemas en tirar limitándome a llanear sin pasar de 30 kms./h. Creo que hubiera subido bien a la Serralada o al Tibidabo, pero ya era tarde.

Llevar 5 kgs. en el camel me perjudicó al principio, pero ir bien equipado y provisto de agua suficiente creo que lo compensan.

Jaume, como siempre, parecía que no realizara ningún esfuerzo, y Uri con su molinillo demostró tener un fondo y cabeza poco comunes en alguien tan joven. Beatle llegó con las piernas en buena forma, Armand luchó con su coraje habitual, y yo como siempre, las ganas de bici con los amigos pueden más que nada.